El pasado 27 de abril de 2017, Iris Orosia Campos Bandrés presentó mediante una rueda de prensa los resultados de su investigación sobre la evolución y situación de la lengua aragonesa en las escuelas del Alto Aragón.
El aragonés se enseña en algunas escuelas del Alto Aragón desde el curso 1997/1998. Sin embargo, hasta el momento, no se había desarrollado ninguna investigación relacionada con la competencia en comunicación lingüística que alcanza el alumnado que cursa esta lengua o con su situación en la escuela. Con el objetivo de realizar una primera aportación respecto a la situación y perspectivas de futuro de este idioma en el ámbito educativo, se desarrolló una investigación de naturaleza multimetodológica y bajo un estudio de caso múltiple, con una amplia muestra perteneciente a todo el territorio de influencia histórica del aragonés y centrada en el análisis de las actitudes lingüísticas de la comunidad educativa hablante y no hablante de la lengua propia, así como de la competencia en comunicación lingüística en aragonés que alcanza el alumnado que cursa la materia (96 alumnos de 2º y 3º ciclo de Educación Primaria). Respecto al corpus de datos cualitativos, en total se recopilaron los testimonios de 77 maestros de Educación Infantil y Primaria, 54 familiares y 51 alumnos de 2º y 3º ciclo de Educación Primaria. Asimismo, se recopilaron las historias de vida de 15 de los 16 docentes que habían pasado por la enseñanza de esta lengua desde el curso 1997/1998 y hasta el momento en el que se realizó el trabajo de campo. En cuanto al corpus de datos cuantitativos, se recopilaron cuestionarios en 57 escuelas altoaragonesas (en concreto 764 alumnos de 3º ciclo de Educación Primaria, 149 maestros de Educación Infantil y Educación Primaria y 1.077 familiares).
En cuanto a las actitudes de la comunidad educativa destaca una actitud mayoritaria que la investigadora ha denominado como interés condicionado, la cual está caracterizada por la muestra de consideraciones favorables y de cierta simpatía hacia la lengua propia pero sin que ello se materialice en acciones concretas en pro de su salvaguarda, resultando determinante en este clima actitudinal la presencia mayoritaria de una ideología sobre el aprendizaje
de las lenguas de orientación principalmente instrumental.
En cuanto a la competencia comunicativa del alumnado que cursa la materia de aragonés, los datos recopilados ponen de manifiesto las limitaciones del sistema desarrollado hasta hoy en lo que respecta a la garantía de la supervivencia del aragonés. Sin embargo, el clima actitudinal mayoritario entre la comunidad educativa podría ser propicio para el desarrollo de un trabajo de planificación lingüística con cierta garantía de resultados positivos. En este sentido pueden destacarse algunos resultados cuantitativos recopilados entre las familias, como el hecho de que el 55.3% de las familias se muestre favorable a su introducción como materia escolar optativa (30.2% actitud neutral y tan solo 16.5% desfavorable) o que tan solo un 17.6% del profesorado considere que el aragonés no debe ocupar ningún lugar en las escuelas del territorio altoaragonés. En cualquier caso, en términos generales, la investigación desarrollada también ha permitido constatar la presencia de un considerable desconocimiento sobre la pluralidad lingüística aragonesa entre los docentes de Educación Infantil y Primaria en activo, así como una escasa atención a la misma desde las aulas. De este modo, destaca que el 72.8% de los maestros participantes manifiesta no realizar “Nunca” actividades relacionadas con la lengua aragonesa en el aula a lo largo del curso, 25.9% dicen hacerlo “Puntualmente” y tan solo un 1.4% realizan actividades relacionadas con la lengua propia “Habitualmente”. Por otra parte, resulta importante destacar que tan solo el 15.8% de los docentes manifiesta haber tenido conocimiento de la existencia de la lengua aragonesa a través de la educación obligatoria (9.6% en Educación Primaria y 6.2% en Educación Secundaria).
Cabe destacar de nuevo que el sistema de enseñanza del aragonés implementado durante ya dos décadas resulta insuficiente en cuanto a la garantía de la conservación de la lengua dado que el alumnado que no la recibe como lengua materna no llega a desarrollar habilidades de expresivas, aunque sí las de comprensión tanto oral como escrita. En síntesis, el modelo implementado para la enseñanza del aragonés desde el curso 1997/1998 resulta insuficiente y obsoleto si se tienen en cuenta las orientaciones y recomendaciones de instituciones como la Comisión de las Comunidades Europeas (2008) o el Consejo de Europa (1992, 2008, 2010), desde las cuales se ha hecho hincapié en la necesidad de que en territorios en los que existen lenguas propias de carácter minoritario la enseñanza tenga una naturaleza plurilingüe en la que se integren la lengua oficial del Estado, la lengua propia y la/s lengua/s extranjera/s.